Esto de trabajar de lunes a viernes y muchos fines de semana, entre los Churros de Barcelona, los Churros de Madrid, y los bolos que le salen a una, hace que cuando aparece en el calendario un fin de semana libre, quieras ponerte la capa de invisibilidad, y... ¡puf! desaparecer durante 2 días.
Y de hecho eso he hecho este fin de semana, no sin antes liar a un grupo de amigos para que me acompañaran el viernes a ver Mad Max: Fury Road.
Escogí Mad Max por una razón muy simple y vacía: había visto el trailer y prometía 2 horas de explosiones colosales. Era lo único que buscaba: que explotaran montañas, que explotaran coches, que explotaran camiones llenos de coches, que explotaran trailers llenos de camiones llenos de coches,... Vamos, una orgía de imagen y sonido. Me gusta eso. De hecho me lo paso pipa viéndolo ^_^
Lo que no me esperaba, y fue una auténtica sorpresa fue además encontrarme con una buena película. Y es que ya en la primera secuencia me sorprendió muchísimo ver cómo estaba hecho el montaje. Pequeños detalles que hacían que disfrutara a más niveles que el puramente animal de: "woooowww capuuuum pedazo de explosión nanooo!!". Cámaras rápidas sutiles que le daban un aire salvajemente brutal a la peli. Planos y cortes, que te trasladaban a ese mundo apocalíptico. Y un tratamiento visual, en la fotógrafía, vestuario, decorados, y dirección del arte en general, que era un regalo para la vista. Mil detallitos que a lo largo de toda la peli van apareciendo y... buah... flipas!
Y además, un tratamiento de los personajes genial. Diálogos los justos, que hemos venido a ver explotar explosiones que explotan, y un desarrollo de la historia con un tempo estupendo, sin tratar al público como si fuéramos idiotas, porque creo que en el cine hay que explicar una historia a través de imágenes. Sino, en vez de ir al cine, me leo un libro.
Total: que si os mola el cine de acción, id a verla, vais a disfrutar a saco durante 2 horas.